Talller de Creatividad Literarria en el Sesquicentenario Colegio
Generalmente, el docente que está interesado en promover la creatividad literaria, se siente cohibido porque manifiesta no conocer el oficio. Aunque trata de orientar a los alumnos en la apreciación o en la creación de obras literarias, carece de las herramientas básicas para hacerlo, pues ni siquiera los textos que utiliza a diario le refieren con claridad el proceso que siguen los autores en su experiencia literaria.
Buscar lo practico que puede ser la literatura para implementarla en cualquier proceso de aula, sea cual fuere el área en la que labora, es el trabajo que los docentes deben abanderar para confirmar su inobjetable función formativa. Es enfatizar en la importancia de la palabra como primer lenguaje. Encontrar y disfrutar el gusto por la palabra es el primer paso para entrar en las jurisdicciones de la técnica, para concluir en la utilidad de la palabra como desarrollo de la imaginación y la creatividad.
Un taller literario no es una fábrica de escritores sino el lugar donde los docentes pueden recibir una mínima orientación, no académica, que les permite profundizar algunos aspectos del quehacer literario -desde la formación lectora hasta la creación de poemas, cuentos y obras dramáticas y que dicha orientación les sea trasmitida por creadores (poetas y narradores) de reconocida trayectoria, porque no cabe duda que desde sus personales experiencias estos pueden estimular el gusto por la reflexión entorno al quehacer literario y el interés de los docentes sobre aquellos aspectos que, siendo ignorados en el plan de estudio de las instituciones de educación escolarizada, garantizan un verdadero conocimiento de la poesía y de la literatura.
Cuáles son los objetivos del taller de creatividad literaria
• La producción de textos en verso o en prosa (Poesías, cuentos, guiones dramáticos).
• La escucha atenta de los trabajos producidos por otros talleristas, y la fundamentación de la crítica.
• La conciencia autocrítica, de revisión y corrección permanente.
• El conocimiento de las técnicas literarias y la flexibilidad en su empleo.
• El hábito de la investigación. La consulta de fuentes bibliográficas, medios gráficos y audiovisuales, Internet, etc. El uso de diccionarios (etimológico, de sinónimos e ideas afines, etc.), enciclopedias, hipertextos. El empleo de procesadores de texto. Nociones de diagramación y composición. .
• El desarrollo de la creatividad, el pensamiento divergente y la función simbólica. La ampliación del vocabulario y el campo referencial.
• La aproximación a los modelos literarios y la frecuentación, valoración y disfrute de la buena lectura.
• Desarrollo de la sensibilidad artística y humana.