Los poemas de este blog son del poeta Javier Villegas Fernández y tienen derechos reservados de autor.

domingo, 25 de octubre de 2009

"La luna cantora" y otras poesías para niños

Carátula de "La luna Cantora" (Ilustración: Javier Villegas)

“La poesía está en el ritmo de cada pueblo, que lo aprende desde sus rimas infantiles. Javier Villegas ha sabido recoger el encanto y los recursos en su obra “La luna cantora”, y está en el camino cierto”


Marco Martos (poeta)
Suplemento MAGAZINE, Diario “El Peruano”
Lima, 22-10-91

“La Luna Cantora” reúne un conjunto de poemas trabajadas por Javier Villegas inspiradas en el entorno infantil. Son los juguetes como la cometa, los soldaditos de plomo, el barquito de papel; son los animalitos como el gatito blanco, la gallina y los pollitos, el grillo y la cigarra; son los fenómenos de la naturaleza como el arco iris, la luna, el nuevo día; los temas que le sirven a Javier Villegas para construir una poesía infantil sencilla, armónica y profundamente humana, sin dejar de ser bella.


Revista EDUCANDO, Pág. 28.
Lima, enero de 1992.



La luna cantora

La luna llena, en el cielo
dichosa se puso a cantar,
en ese gran escenario
donde se retrata el mar.

Le hacen coro las estrellas,
el sol se puso a rondar
y calladitos los luceros
se han puesto a remedar.


A cantora Lua

A lua cheia no céu
Foi feliz a cantar,
Nesta grande cena
que retrata o mar.
Eles fazem o coro estrelas,
o pôr do sol a espreitare
e calmamente os luzeiros
foram feitos para imitar.


Traducción al portugués: Sandra Queiroz (Brasil)


El gracioso colibrí

En el jardín de mi casa
vuela alegre el colibrí,
bebe el néctar de la rosa
y también del alhelí.

Se remonta embriagado,
volando con frenesí.
yo espero que regrese
el gracioso colibrí.



El niño y los pececitos*

Pececitos plateados,
marinos de alta mar,
revélenme sus secretos
para aprender a nadar.

Pirueteros en agua dulce,
pirueteros en el mar,
yo quisiera como ustedes,
en las aguas, navegar.

* Poesía publicada por el Ministerio de Educación, en el libro de “Comunicación integral”, de 4º Grado de Primaria.

Don ciempiés

¡Qué relucientes zapatos,
don ciempiés, hoy lucirá!
¡pobrecito si los ensucia,
quién se los lustrará!

Don ciempiés va muy de prisa,
quién sabe a dónde irá.
quizá esta enferma su esposa
o va a una fiesta gaga.

Por entre la hierba camina,
mirando atrás de rato en rato.
quizás ha perdido la ruta,
o quizás perdió un zapato.

viernes, 16 de octubre de 2009

Poemas del libro "Perpetuo latido"

Esbozo biográfico

Nací de un estallido,
de la conjugación de la mudez y el grito,
soy hijo de la nieve y el granizo,
una extraña metamorfosis
de sílabas, espanto y muerte.
Nací con una llama insurgente,
sin demarcación geográfica
en el corazón, la palabra, el abrazo,
el ojo, el párpado, el infinito.
Soy hijo de un agricultor de sentimientos,
de una madre que velaba el fogón,
escondiendo su tristeza en los alisos.

Soy hijo del estruendoso
amor entre las rocas,
del júbilo del viento.
Los sonidos se parapetaron en mis huesos,
por eso soy musical en los bostezos.
Cuando nací,
el campo se vistió de mariposas,
de colibríes, de acentuados cantos,
y para ser rebelde,
conspiraron el viento, la luz, los pájaros.


Perpetuo latido

Escribo y describo
mi perpetuo latido,
en las hojas que cantan
más allá de mi lengua,
en las aguas silentes
embriagadas de música,
en la música absorta
que destila el silencio,
en las tardes ausentes
de mis ojos perennes,
en las mañanas de lluvia,
en la penas terrestres.

Yo que soy de este mundo
tan febril y tan vago,
a este mundo me debo,
me debo a mí mismo,
a mi terco latido,
a mi voz en el trigo.
No congelé mis suspiros,
no hipotequé mi latido,
mis cifras de ternura aún siguen firmes,
mi transparencia de agua está viva,
mi altura de cóndor, se eleva.

Soy lo que no quise ser,
soy lo que no seré,
vuelo en busca de alas,
de trinos encendidos,
no entregué mi sangre, mis sonidos,
no dejé de ser lo que apetezco,
soy sincero, en mi ojo me miro,
me miro en los caminos,
en la memoria me desclavo.

No soy polvo diluido en el olvido,
no soy el jamás de rostro arrepentido,
soy el perpetuo latido en mis recuerdos,
soy administrador de sonrisas y de labios,
el dador de luz en las ventanas,
el hacedor del grito en las montañas,
un surtidor de cantos para las murallas.


Hoy no estoy bien de mí

Me duele la sed y el hambre,
el duodeno me expulsa en blasfemias,
mi ojo se niega a ver el día,
mi pie tiembla, casi olvida su porfía,
no estoy bien de mí, me digo,
me toco, me miro hasta el fondo,
a pesar del dolor, hay un hombre cantando,
otro llorando, otro soñando, otro que no hace nada,
yo estoy allí vertebrando un recuerdo,
escuchando cada golpe del amor y del odio.

Hoy no estoy bien de mí,
hay ausencia de voces y de gritos,
tal vez me estalle el cuerpo, y tú me oigas,
tal vez el día muera y tú te vayas,
o quizás muera yo y no me vaya,
tanto dolor, ni una piedra,
tanto camino, perdida la huella,
tanta sed, muerta la lluvia,
tanto albañil, derruida la vida,
tanto poeta, hipotecada la palabra.
No estoy bien, eso es cierto,
he construido mi rostro de pronósticos,
los espejos negaron mis estaciones,
me recluí al fondo de mi sombra,
fui a verme nuevamente, quiero saber si soy.
A veces es necesaria la penumbra,
desde allí volveré a encenderme poco a poco,
sólo entonces seré el rojo diapasón,
para que los silencios canten,
como canta el búho a la ribera de la tarde.