Un sapo, un sapo,
de verde overol,
sombrero de pana,
zapatos de charol.
Un sapo, otro sapo,
ahora son dos,
no pueden cantar,
están con la tos.
Un sapo, dos sapos,
ahora son tres,
llevan la chaqueta,
puesta al revés.
Un sapo, tres sapos,
ahora son cuatro,
con sus trajes verdes
vuelven del teatro.
Un sapo, más cuatro,
ahora son cinco,
saltan en la hierba,
saltan con ahínco.
JAVIER VILLEGAS FERNÁNDEZ