La abeja muy contenta,
iba de flor en flor,
parece que está sedienta,
de aromas y de licos.
La abeja es tesonera,
consciente de su labor,
del colmenar la obrera,
confidente de la flor.
Surca el aire traviesa,
del tulipán al clavel,
mientras el sol despereza,
sus rayos en el vergel.
Vuelve abeja al colmenar,
no te sientas aturdida,
que es necesario endulzar,
lo amargo de esta vida.
JAVIER VILLEGAS FERNÁNDEZ