Conocer el alma los niños, compartir su imaginación, sus alegrías y tristezas es el común denominador de la fructífera producción que tiene el escritor Javier Villegas. Es para mí un honor y una tremenda responsabilidad, que un productor de tanta belleza literaria para los niños, me haya pedido que comente esta joya literaria: “Rimando la alegría”, obra galardonada con el Premio Nacional de Educación “Horacio” l992, concurso que anualmente convoca la Derrama Magisterial desde l990.
Si se nos preguntara sobre las características de la obra de Javier Villegas, diríamos que se trata de un conjunto de versos que riman naturalmente y que reflejan la alegría de vivir. Por ejemplo cuando nos dice en el poema que da título al libro: Quiero rimar mi alegría/ con el brillo que tiene el sol,/con la espléndida sinfonía/ de la tarde y su arrebol./ Quiero rimar mi alegría con el agua que tiene el mar,/ para que él en su travesía pueda desafiar./ Quiero rimar mi alegría con las flores del jardín,/ con la noche, con el día,/ con al tiempo el sendero sin fin./ Quiero rimar mi alegría/ con el color del futuro,/ con la estrella que me guía/ hacia el tiempo que apresuro.
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En los versos escritos por Javier Villegas en “Rimando la alegría”, nos canta a la naturaleza con mucha dulzura y precisión, porque cuando los niños lean realmente procesando el contenido, ellos sin darse cuenta van adquiriendo conceptos; como jugando van aprendiendo con placer. También presenta y canta a los animalitos, criaturas creadas para nosotros como amigos nuestros, a los cuales hay que amar, cuidar y respetar, por ello nos habla de la mariposa, el ratón, de las aves, de la gatita, del caballito de totora, etc.
“Rimando la alegría”, es sin duda un material riquísimo para los docentes que tienen a su cargo niños en el nivel inicial y primario, ya que los temas que trata Javier Villegas como educador, tiene que ver con la vida del niño, con su realidad e intereses. Los niños disfrutarán si leen o les leen “Marinero”, “El batallón”, “La luciérnaga”, entre otras poesías. Javier Villegas en sus versos nos habla del amor a papá, a mamá, sobre la amistad, la fantasía infantil. Los temas de este libro, el docente innovador que está al día con los cambios que a nivel mundial se esta dando en la educación, lo puede utilizar sin ningún inconveniente, para desarrollar las unidades de aprendizaje que presenta la nueva estructura curricular, ya que son ideales para integrar las áreas de desarrollo personal que el nuevo programa curricular presenta.
“Rimando la alegría”, es ideal para utilizarlo en el aprendizaje inicial de la lectoescritura, porque actualmente, con las nuevas indicaciones en la enseñanza de de la lectura, vemos que ha ocurrido un cambio conceptual, respecto a como o cuando se aprende a leer y a escribir. Antes se pensaba que para aprender a leer y a escribir, el niño tenía que tener seis años de edad y estar debidamente “maduro”, para que con un método basado en la palabra, la sílaba o la letra adquiera este aprendizaje. Las investigaciones basadas en Piaget nos demuestran, que el niño puede aprender a leer y a escribir mucho antes de lo que nosotros nos imaginamos. Se necesita para ello de literatura infantil auténtica como la de Javier Villegas, para que el niño aprenda a leer leyendo y escribir escribiendo.
Existe una génesis en el leer, una génesis en el escribir, es decir un proceso de aprendizaje que comienza cuando se nace y termina cuando se muere. El niño aprenderá a leer en forma espontánea y duradera, si se le sumerge en un ambiente alfabetizador, en un ambiente donde se lee y escribe mucho. Si el padre de familia o el docente continuamente lee para él, lee con él o se les hace leer como jugando, sin duda lo está ayudando a que este aprendizaje, se de cómo magia. Para ello se necesita de literatura auténtica, para que el niño aprenda a leer con mucho placer, sobre todo la literatura real de textos completos, como cuentos o historias predecibles y sobre todo rimas, como las que nos presenta Javier Villegas. Estas rimas, lo puede utilizar el docente para su labor pedagógica con niños de 4 ó 5 años, niños que todavía no leen ni escriben convencionalmente. Para ello el docente, copiará en un papelote las rimas y después de practicar la lectura ecoica, preguntará a los niños sobre el contenido de cada verso, el cual los niños repetirán con mucha emoción, para finalmente practicar la lectura en equipo, y de este modo el niño aprenderá a leer y escribir como por arte de magia, es decir realizará un aprendizaje auténtico de la lectura y la escritura.
Las rimas de Javier Villegas, es un material riquísimo, para estos momentos de cambio que se está dando en la educación, en lo que respecta a procesos de enseñanza de la lectoescritura; es un material que se necesita muchísimo y que hoy lo tenemos a nuestra disposición.
Javier, gracias por tu libro “Rimando la alegría”, gracias por todo lo que escribes, no pares, sigue escribiendo, porque los niños, los padres de familia, los docentes necesitamos de tu producción, de tu habilidad para utilizar la palabra en forma tan sencilla, original y bella. Con tus versos de “Rimando la alegría”, nos haces tomar conciencia sobre las vivencias del mundo infantil, despiertas nuestra sensibilidad hacia las plan tas, los animales, las estrellas y las nubes. Quien lea tus versos despertará su conciencia ecológica, tan necesaria en estos tiempos en que nuestro planeta se esta enfermando, quien lea tus versos despertará su sensibilidad estética y humana, en estos momentos que necesitamos recuperar una serie de valores, que los seres humanos hemos perdido como consecuencia de la modernidad y del espíritu consumista que nos caracteriza como producto de las exigencias sociales.
Irma Camargo de Ambia
Presidenta de la Asociación Peruana
de Lectura (APELEC).