La soledad es también
un homenaje al prójimo.
Mario Benedetti
Camino por todos los desiertos,
ni un sueño, ni una palabra,
ni una rosa incorporándose a la vida,
ni un metal que haga tañer mi sufrimiento.
Camino después de haber
tocado todas las puertas,
todas se cerraron por vergüenza
a mi semblante,
ni un diálogo, ni un abrazo,
solo fui inventando el lenguaje,
para que con el silencio,
este insomnio insoportable en mi columna,
pueda generar en el viento, algarabía.
Camino por todos los desiertos,
como una materia tosca que incita a la vida.
De ser ceniza, escoria olvidada,
he pasado a ser llama mensajera,
territorio inexplorado
de la fogata sensitiva.
Camino con un poco de desazón en el alma,
a pesar de todo un hálito de esperanza
cubre mi materia,
y las ganas de ser feliz
fluye de mí como grano alborozado.
Camino por todos los desiertos,
retomando la sangre derramada,
la razón vital de la osamenta,
la luz detenida, las ganas de ser semilla,
savia del árbol que de las hojas secas,
cantando a la lluvia se incorpora.
JAVIER VILLEGAS FERNÁNDEZ